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sábado, 5 de noviembre de 2011

ESTA ENTRADA NOS PUEDE SERVIR PARA HACER UN EXAMEN DE CONCIENCIA BIEN HECHO, PARA QUE NOS DEMOS CUENTA DE QUÉ PECADOS TENEMOS EN EL FONDO DE NUESTRO CORAZÓN Y ENTREMOS EN GRACIA CON DIOS. ASÍ ESTAREMOS CON NUESTRO CORAZÓN Y ALMA PURIFICADOS. OJALA SEPAMOS ARPOVECHAR ESTA OPORTUNIDAD DE UN RECUENTO DE NUESTRAS FALTAS


 “Amarás a Dios sobre todas las cosas”

Dt. 6, 4-5: El Señor es el único Dios; amalo con corazón, alma y fuerzas.
Lc. 4, 8 y Mt. 4, 10: Tentaciones de Jesús en el desierto.
Ex. 20, 2-5: Yo soy el Señor tu Dios.
Mt. 23, 37: Lamento sobre Jerusalén.
¿Qué nos pide este mandamiento?
·         Alimentar y guardar cada vez más la Fe puesta en el Señor.
·         Poner en práctica la Esperanza y la Caridad y que se vayan convirtiendo en un estilo de vida.
·         Rechazar la incredibilidad, la herejía, apostasía y el sisma.
·         Evitar la desesperación y la presunción.
·         Adorar a Dios como Señor de todo cuanto existe.
·         Rendir a Dios culto divino tanto individual como comunitariamente.
·         Ofrecerle sacrificios (corporales).
·         Mantener los votos que se le prometen.
·         Reconocerlo como Dios único y salvador del mundo.
·         Orar a Dios en diferentes circunstancias de nuestra vida; en los momentos buenos y no tan buenos.
·         Tener temor de ofenderle.
·         Ver en Él un primer y último amor.
¿Qué nos prohíbe este mandamiento?
·         Guiar nuestros pasos por la idolatría, la herejía, apostasía y el sisma.
·         Rechazar la autoridad del Papa concedida por la tradición apostólica.
·         La desesperación.
·         La presunción.
·         La tibieza espiritual, tener pereza de acrecentar nuestra relación con Dios.
·         El odio a Dios.
·         La irreligión.
·         Adorar las imágenes, ellas merecen es veneración.
·         Tentar a Dios.
·         La duda de la existencia de Dios.
·          La incredibilidad de la providencia de Dios.
·         La profanación a objetos sagrados y/o consagrados.
·         La ingratitud para con Dios.
·         El anti testimonio de ser hijos de Dios.

 “No tomarás el nombre de Dios en vano”
Dt. 23, 22: Promesa de votos al Señor.
Sant. 5, 12: No jurar ni por el cielo, ni por la tierra.
Mt. 5, 33-38: Segundo mandamiento.
Num. 30, 3: Todo lo que salga de la boca del hombre se cumplirá.
Sant. 2, 7: Blasfemia al nombre del Señor.
¿Qué nos pide este mandamiento?
·         Respetar el nombre del Señor.
·         Dar testimonio de Dios.
·         Señal de la cruz.
·         Confiar en el nombre del Señor.
·         Jurar por causa grave y justa.
·         Reverencia al nombre del Señor.
·         Sentimiento de temor de Dios.
·         Alabar, bendecir y glorificar el nombre del Señor.
·         Ser fiel a las promesas que hago en nombre del Señor.
·         No ponerle apodos al nombre de Dios nuestro Señor.

¿Qué nos prohíbe este mandamiento?
·         Emplear el nombre del Señor en cosas diferentes a alabarlo, bendecirlo y glorificarlo.
·         Abusar del nombre del Señor (usarlo inconvenientemente).
·         Hacer promesas a otras personas en nombre de Dios, comprometiendo el honor, la fidelidad, la veracidad y la autoridad divina; siendo infiel a esas promesas.
·         Blasfemar contra Dios –interior y/o exteriormente- con palabras de odio, de reproche, de desafío.
·         Jurar en falso así sea con necesidad, con prudencia o con cosas de poca importancia.
·         Hacer promesas que no tenga intención de cumplir.
·          Jurar en hacer un mal, así tengamos presente e repararlo.
·         Ridiculizar el nombre del Señor con chistes, comentarios o bromas de mal gusto.
·         Burlarse de la crucifixión, encarnación, milagros y demás obras de Jesús.
·         Usar irreverentemente expresiones en que se incluye el nombre de Dios o los Santos con diminutivos o sobrenombres vulgares.
·         Usar el nombre de Dios o los Santos en cosas profanas que no tienen que ver con la religión (discotecas, cines, etc.).


 “Santificarás las fiestas”
Gn. 2, 3: Dios bendijo el día séptimo.
Mc. 2, 27-28: El sábado está hecho para el hombre, no viceversa.
Ex. 31, 12-15: El sábado.
Hb. 4, 4: Dios descanso de su trabajo el séptimo día.
Mt. 12, 5: La cuestión del sábado.
¿Qué nos pide este mandamiento?
·         Descansar el día domingo y fiestas de precepto.
·         Utilizar el tiempo del día domingo y fiestas de precepto en actividades con la familia, en dirección a compartir más comunitariamente con ellos.
·         Ir a la celebración eucarística el domingo y fiestas de precepto.
·         Llegar temprano al templo y escuchar la celebración eucarística completa (canto de entrada-canto de salida).
·         Prestar toda la atención posible a la eucaristía y participar activamente en ella.
·         Confesarme frecuentemente, y más aun si estoy en pecado mortal.
·         Ayudar a la iglesia en sus necesidades, en la medida en que puedo.
·         Evitar la violencia y el espectáculo.

¿Qué nos prohíbe este mandamiento?
·         Trabajar o hacer trabajar sin necesidad urgente el día domingo o fiesta de precepto.
·         Utilizar el tiempo del día domingo o fiesta de precepto en actividades indecorosas.
·         No asistir a la celebración eucarística el día domingo y fiesta de guarda.
·         Llegar tarde a la eucaristía y no escuchar la eucaristía entera.
·         Distraerse voluntaria o involuntariamente durante la eucaristía.
·         Esperar mucho tiempo después de haber cometido un pecado mortal.


 “Honraras a tu padre y a tu madre”
Lc. 2, 51: Madre de Jesús.
Col. 3, 18-21: Los deberes familiares.
Ecl. 5, 21: Respetaos unos a otros por fidelidad a Cristo.
Mc. 7, 8-13: La ley de Dios y las prescripciones farisaicas.
Si. 7, 27-28: La vida familiar.
Qué nos pide este mandamiento?
·         Respetar a mi padre y a mi madre, con actitudes de gratitud y de amor.
·         Obedecer a nuestros padres y superiores en cosas importantes.
·         Ayudar a nuestros padres en sus necesidades Espirituales y materiales.
·         Si los padres han muerto, orar y ofrecer misas por su eterno descanso.
·         No pelear con nuestros hermanos y compañeros y si se da buscar los medios necesarios para la reconciliación, tomando la iniciativa así sea yo el ofendido.
·         Dar buen ejemplo a nuestros compañeros y hermanos.
·         No ser egoísta ni envidioso con nuestros hermanos.
·         Ayudar materialmente a mis hermanos si ellos lo necesitan y si tengo la capacidad de hacerlo.
·         Respetar toda autoridad a la que estoy sometido y mirarlos como representantes de Dios que los ha instituido ministros de sus dones.
·         Dar buen ejemplo a sus hijos, cumpliendo con los deberes religiosos.
·         Corregir a sus hijos con firmeza, justicia y amor por su bien.
·         Evangelizar a los hijos desde la primera edad, enseñando misterios de fe, mediante testimonio de vida.
·         Instruir a los hijos sobre las malas compañías, enseñándole los peligros.
·         Ayudar a sus hijos en cuanto a vocación.
·         Hacerse más amigo de sus hijos y padres.
·         Tener tolerancia con la familia y amigos.
·         No pelear con el conyugue.
·         No malgastar dinero, mucho más si mi familia está mal económicamente.
·         Elegir u establecimiento educativo, donde los eduquen bien Cristianamente.
·         La corresponsabilidad frente los niños y ancianos familiares.
·         Formación y educación, al igual que las buenas costumbres como una ayuda hacia los hijos.
·         Amor a la familia.
·         Formación de las familias por el matrimonio.
·         Cumplimiento de los deberes con la patria.
¿Qué nos prohíbe este mandamiento?
·         Irrespeto, desobediencia a los padres y autoridades a las cuales estoy someto.
·         Poner en peligro el bienestar de la familia (infidelidad, negocios ilícitos, etc.).
·          Conformar relaciones contrarias al matrimonio.
·         Falta de compromiso con la patria.
·         Abandono de la familia.
·         Descuido con la familia.
·         La ingratitud.
·         Coaccionar la libertad.
·         Anti testimonio.
·         Llevar a los ancianos al acilo, teniendo la posibilidad de estar con ellos.
·         Enojarse y pelear con sus hermanos y compañeros
·         No dar pie o espacio para reconciliarme con los que he peleado o discutido.
·         Dar mal ejemplo a los hijos, hermanos y compañeros siendo egoísta, envidioso, etc.
·         Degradar el amor conyugal con una simple e irresponsable procreación.
·         No corregir a los hijos cuando hacen algo mal, esto es ser alcahueta.
·         Obligar a los hijos a recibir cualquier sacramento si la debida preparación.
·         Impedir que los hijos sigan la profesión o vocación que Dios les indica y desea para ellos.
·         Permitir que los hijos estudien o trabajen donde corre peligro su alma o su cuerpo.
·         Maldecir a los hijos o padres deseándoles el mal.
·         Pelear con el conyugue y más si son maltratos físicos o psicológicos.
·         Abandonar parcial o totalmente a su conyugue o hijos (abandono responsable y sin motivo.
·         Ordenar o establecer cosas contrarias a la dignidad de las personas y a la ley natural.

 “No matarás”
Mt. 5, 21-22: No matarás.
Mt. 26, 52: Guarda tu espada.
Rm. 13, 9: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Gn. 4, 10-11: Caín mata a su hermano Abel.
Ef. 2, 16: Por la cruz Dios destruye la enemistad.

Qué nos pide este mandamiento?
·         No atribuirse el derecho de matar de modo directo y voluntario a un ser humano, sea cual sea.
·         Hacer que una persona se enfade con otra y provocar indirectamente su muerte.
·         Ayudar en la asistencia de cualquier persona en estado de peligro.
·         No herir físicamente al prójimo.
·         No conducir irresponsablemente cualquier vehículo, colocando en riesgo mi vida y la de los compañeros.
·         No participar directa o indirectamente en algún tipo de aborto provocado.
·         No practicar la eutanasia.
·         Ser administradores, más no propietarios de la vida que nos confía Dios.
·         Considerar nuestro cuerpo con un valor absoluto.
·         No abusar de cosas (comida, medicina, etc.) que atenten contra la vida humana.
·         No usar sustancias alucinógenas o drogas.
·         Escuchar música sana.
·         Ayudar a los moribundos, a permanecer dignamente sus últimos momentos; acompañándoles en oración y cuidando que reciban a tiempo los sacramentos.
·         Evitar todo conflicto, pelea o guerra.
·         Amor a los enemigos.
·         Respeto de los derechos de todas los seres humanos.
·         Templanza.
·         Defender el embrión.
·         Tratar los cuerpos de los difuntos con respeto y dignidad, orar por ellos.

¿Qué nos prohíbe este mandamiento?
·         Inseminación, alteración del proceso normal del desarrollo de la vida.
·         El homicidio voluntario e involuntario.
·         El aborto (con substancias, pastas, etc.).
·         La eutanasia.
·         La tortura, el suicidio.
·         El secuestro.
·         El odio.
·         El uso de sustancias alucinógenas.
·         Hambres que provoquen muerte o enfermedad, falta de caridad.
·         Culto al cuerpo (cirugías, etc.).
·         La gula.
·         El terrorismo.
·         Las injusticias.
·         Descuido de la salud.
·         El chisme, calumnia, difamación.


 “No cometerás actos impuros”
Mt. 5, 27-28: No cometerás adulterio.
Gn. 2, 24: Unión para ser una sola carne.
Gal. 3, 27: Los que se bautizan en Cristo se revisten de Él.
1 Cor. 6, 15-20: Mancha su cuerpo, templo del Espíritu Santo.
Núm. 5, 12-15: Infidelidad.

Qué nos pide este mandamiento?
·         Castidad.
·         Pureza de palabra, obra y omisión.
·         Respeto al cuerpo propio y de los demás.
·         Templanza.
·         Fortaleza.
·         Dominio de “si”.
·         Fidelidad.
·         Reconocer y aceptar la identidad sexual.
·         Integridad.
·         Buen uso de la libertad.
·         Evitar ocasión de pecado.

¿Qué nos prohíbe este mandamiento?
·         La bisexualidad.
·         La homosexualidad.
·         El adulterio.
·         El divorcio.
·         La fornicación.
·         La masturbación.
·         El incesto.
·         La Poligamia y la Poliandria.
·         La orgía.
·         La pornografía.
·         La prostitución.
·         Conversaciones de doble sentido.
·         Las violaciones.
·         Métodos anticonceptivos.
·         La zoofilia.
·         La necrofilia.
·         La pedofilia.
·         En Onanismo.
·         Los pensamientos impuros.
·         Desordenes sexuales (sexo oral, etc.).


 “No robarás”
Rmo. 13,9: La caridad, resumen de la ley.
Prov. 6, 12-15: Los malhechores.
Lc. 19, 8: Le devolveré cuatro veces lo que le robe.
Lv. 19, 11: No mentiréis, no os engañareis unos a otros.
1 Cor. 6, 10: Ni los ladrones irán al Reino de Dios.

Qué nos pide este mandamiento?
·         Respetar los bienes ajenos y el derecho de propiedad privada.
·         Cumplir las promesas y observar rigurosamente los contratos.
·         Ayudar al necesitado con amor y entrega.
·         Hacer justicia frente a los bienes terrenos.
·         Buscar el bien común.
·         Facilidad de acceso al trabajo, hacia las personas que lo necesitan y tengo la posibilidad de ofrecerlo.
·         Intervenir debidamente en la política.
·         Hacer las actividades mercantiles con honradez.
·         Pagar salarios justos, que vayan de acuerdo al desempeño del trabajador.
·         Denunciar la corrupción, no permitir que engañen a los demás (mucho más si es una persona necesitado).
·         Trabajar y estudiar todo el tiempo estipulado para ello: robar indirectamente.
·         Pagar los impuestos justos y razonables que rijan el estado.
·         Ahorrar, buscar solo la comodidad necesaria.
·         Proteger justamente la vida de los animales.
·         Respetar los bienes de donde trabajo.
·         Justicia y caridad en la cuestión de bienes terrenos y frutos del trabajo.
·         Templanza en el uso de bienes terrenales.
·         Pagar las deudas.

¿Qué nos prohíbe este mandamiento?
·         Tomar, retener o coger injustamente cualquier bien ajeno, contra la voluntad razonable de su dueño.
·         Apropiación de los recursos de una empresa.
·         Los trabajos mal hechos, falsificación de cheques y documentos.
·         Toda practica que lleve a la esclavitud.
·         Ideologías consumistas.
·         Defraudar, estafar o engañar a alguien en algún negocio a actividad mercantil.
·         Pagar salarios injustos, que no sean apropiados al desempeño de las personas.
·         Elevar los precios de mis bienes, especulando con la ignorancia o necesidades ajenas.
·         Participar en la corrupción.
·         Despilfarrar mis bienes, gastar en exceso en cosas innecesarias.
·         Causar daño a las propiedades públicas o privadas.
·         Apostar injustamente o hacer trampas en juegos de azar, causando perjuicio.
·         Invertir en mascotas sumas de dinero altas.
·         Hacer sufrir inútilmente un animal, sacrificando tu vida, etc.


 “No dirás falso testimonio, ni mentiras”
Jn. 14, 16: Yo soy el camino, la verdad y la vida.
Jn. 16, 13: Cuando venga el Espíritu de la verdad, nos guiara a la verdad completa.
Jn. 17, 17: Santificaos en la verdad.
Mt. 5, 37: Limitaos a decir: si, si o no, no.
Ex. 20, 16: No darás testimonio falso contra el prójimo.
Si. 2, 28: He cometido maleficencia.

Qué nos pide este mandamiento?
·         Defender la verdad y buscarla.
·         Decir la verdad y más aun si es para evitarle un daño al prójimo.
·         Dar buen testimonio y con mucha mas intimidad si es públicamente.
·         Cuidar la reputación propia y de los demás, con actitudes y palabras.
·         Evitar hacer juicios hacia el prójimo.
·         Halagar al prójimo cuando hace actos bien hechos, animándolo a hacer el bien a los demás.
·         Guardar las confidencias hechas bajo secreto.
·         Respetar la privacidad del otro.
·         Cumplir la palabra dada.
·         Vivir en la verdad -libertad-.
·         Reparar las ofensas causadas mediante una calumnia.


¿Qué nos prohíbe este mandamiento?
·         Decir mentiras con intensión de engañar.
·         Dar un falso testimonio y con mucha más razón si es públicamente.
·         Cometer “perjurio”, o sea, decir bajo juramento cosas contra la verdad.
·         Enjuiciar un defecto moral del prójimo –incluso tácitamente-, sin tener fundamentos suficientes para hacer o realizar dicho juicio.
·         Cometer “maledicencia”, o sea, sin razón objetivamente valida, he manifestado los defectos y faltas al prójimo, a otras personas que no conocían dicho defecto.
·         Calumniar, mediante palabras contrarias a la verdad, dañando la reputación de otros y dando ocasión de juicios falsos respecto a ellos.
·         Halagar o adular –a otra persona-, en la malicia de sus actos, en la perversidad de su conducta, haciéndome cómplice de vicios y pecados graves.
·          Faltar a la verdad por vanagloria, jactancia o ironía.
·         Escuchar conversaciones en contra de la voluntad de los que la mantenían.
·         Abrir o leer correspondencia u otros escritos contra la voluntad de sus dueños.
·         Hablar mal de los demás, con el pretexto de que “me dijeron” o “dicen por ahí”
·         La infidelidad.
·         Maldecir.


 “No consentirás pensamientos ni deseos impuros”
Mt. 5, 8: Limpieza de corazón.
Mt. 5, 28: Se comete adulterio al desear la mujer del prójimo.
Ex. 20, 17: No codiciar los bienes ajenos (casas, mujeres, etc.).
2 Sam. 12, 10: David toma la mujer de Urias.
Sab. 15, 5: La vista despierta pasión de los insensatos.
1 Jn. 2, 16: La riqueza y la concupiscencia.
Gal. 5, 16: No abra apetencias  la carne.

Qué nos pide este mandamiento?
·         Luchar contra la concupiscencia de la carne, o sea, contra ese deseo o apetito sensible que lucha contra el espíritu.
·         Pudor, es parte integrante de la templanza, preserva la intimidad de la persona.
·         Discreción.
·         Orar para alcanzar de Dios la gracia de la Pureza y la “limpieza de corazón”.
·         Luchar por la pureza de la mirada exterior e interior, mediante del rechazo de toda complacencia en los pensamientos impuros.
·         Respetar el pudor de los niños y adolecentes.
·         Respetar la pareja del prójimo.
·         Considerar el cuerpo como templo del Espíritu Santo.
·         Tener pureza de intenciones.
·         Disciplina de los sentidos y la imaginación.

¿Qué nos prohíbe este mandamiento?
·          Tener pensamientos impuros.
·         Faltar contra el pudor del cuerpo, que es modestia y discreción como contra el pudor de los sentimientos.
·         Participar de alguna manera en pornografía, en actos o espectáculos exhibicionistas.
·         Irrespetar o/y lesionar el pudor de los niños y adolecentes.
·         Desear la mujer del prójimo.
·         Hacer pública las confidencias íntimas.
·         El erotismo difuso.
·         El permisivismo, cuando no hay problema en costumbres (minifaldas, escotes, etc.).
·         Evitar chistes de doble sentido.

10º  “No codiciarás los bienes ajenos”
Si. 14, 9: El ojo del avaro.
Sb. 2, 24: la muerte entra en un mundo por la envidia del diablo.
Mt. 5, 3: Dichosos los que tienen espíritu de pobres.
Mt. 6, 21: Donde está tu tesoro, allí está también tu corazón.
Lc. 14, 33: Renunciar a todos los bienes.
Jn. 4, 14: Sed de Dios.
2 Cor. 8, 9: se hizo pobre por nosotros.

Qué nos pide este mandamiento?
·         Riqueza espiritual.
·         Tener buena intención de corazón.
·         Evitar todo acto que conduce a la envidia.
·         Luchar contra las codicias perniciosas.
·         Luchar contra la envidia con benevolencia.
·         Vivir y practicar la humildad.
·         Respeto de los bienes del otro.
·         Alegría por los triunfos de los demás.
·         Desprendimiento de las riquezas.
·         Vivir la pobreza evangélica y amor perfecto.
·         Comunión perfecta con Dios.
·          Buscar el Reino de los Cielos antes que cosas materiales.
·         Buscar la verdadera felicidad que no está en los bienes terrenales.
·         Vencer las seducciones de poder y de placer.

¿Qué nos prohíbe este mandamiento?
·          Avaricia, deseo y apropiación inmoderada de los bienes terrenales.
·         Codicia del bien ajeno, raíz del robo, la rapiña y el fraude.
·         Deseo de tener poder y riquezas.
·         La envidia como rechazo a la caridad.
·         El orgullo como producto de la envidia.
·         Cometer injusticias contra el prójimo.
·         Desear al prójimo un mal mortal.
·         Alegría por el mal sucedido al otro.
·         Inadecuación de querer y hacer, lo que quiera Dios.